El término independencia financiera o libertad financiera traducción directa del inglés: financial independence y financial freedom respectivamente. Su uso se ha generalizado a raíz de la publicación en 1997 del bestseller Padre Rico, Padre Pobre por el autor hawaiano Robert Kiyosaki.
La libertad financiera está directamente relacionada con el bienestar económico de un individuo aunque no con su riqueza. La libertad financiera, se puede definir como la capacidad de un individuo de cubrir todas sus necesidades económicas sin que para ello tenga que realizar ningún tipo de actividad.
Es importante recalcar que un individuo que posea la libertad financiera no tiene por qué tener un nivel elevado de ingresos pero sí un nivel elevado de tiempo libre. Es un término que hace referencia a la riqueza en tiempo y no a la riqueza en dinero.
Ahora bien, ¿de verdad existe la libertad financiera?, ¿una persona puede mantener su nivel de vida en el caso de perder su fuente principal de ingresos?
Según las teorías planteadas por Kiyosaky, el propósito de cualquier inversionista es tratar de hacer que sus inversiones trabajen ti. Para muchos académicos y profesionales esta condición “ideal” es un mito y la base detrás de esta libertad es la diversificación ya que si tienes varias fuentes de ingreso y falla una, puedes cubrirla con los ingresos que percibas de las otras.
Por ello más que libertad financiera, es capacidad de cobertura lo que se requiere; es decir, la capacidad de cubrir tus gastos principales independientemente de la fuente de ingresos.
El ciudadano común no puede pretender dejar de trabajar en el plazo inmediato pero si puede ir generando oportunidades de ingreso que eventualmente le permitan pensar en dejar el empleo.
Por supuesto que sí es posible generar fuentes alternas de ingreso que sobrepasen tu ingreso salarial, lo que te permitirá tener una mejor situación económica, pero no es cierto que al tenerla te puedes ir a dormir sin preocuparse más por el dinero.
Lograr esa libertad, si realmente existe, requiere esfuerzo y dedicación; similar al que se necesita cuando se está a dieta o dejando de fumar.
Un primer paso es cambiar la mentalidad y adoptar la disciplina de planificar, diversificar y controlar.
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